Teorías Relativas Blog: ¿El Sol es amarillo ?
09 Ene. 2017

Teorías Relativas Blog: ¿El Sol es amarillo ?


Autor:  José Manuel Vaquero, Departamento de Física (UEx)

Cuando los niños pequeños hacen un dibujo, suelen pintar el Sol de color amarillo. Y, si nos preguntasen de repente de qué color es el Sol, diríamos amarillo seguramente. Sin embargo, esto no es (del todo) cierto. El color de un objeto depende básicamente de la luz que sale de él (por emisión en el caso de los objetos luminosos o por reflexión en el caso de los objetos que no emiten luz). Y otro elemento crucial es el “instrumento” con el que vemos el objeto que, en nuestro caso, es el ojo.

El Sol es un cuerpo que emite mucha luz. Esta luz es una combinación de ondas luminosas con una enorme cantidad diferente de frecuencias. Cada una de estas frecuencias se corresponde, en general, con un “color”. Sin embargo, muchos de estos “colores” son invisibles para nuestros ojos. Los astrónomos que estudian el Sol, por ejemplo, usan muchas veces las frecuencias de los rayos X (ver la figura que acompaña este texto) o las frecuencias típicas de las ondas de radio. Nuestros ojos son insensibles a estas frecuencias. La región de toda esta variedad de frecuencias (que los físicos llamamos “espectro electromagnético”) que se detecta con nuestros ojos se denomina región visible del espectro (¡un nombre bastante claro!). Precisamente, el máximo de la intensidad de la luz que emite nuestro Sol está en la región visible. Pero, eso sí, nuestros ojos no tienen exactamente la misma capacidad para detectar los diferentes colores.

revistaViceversa76La combinación entre el continuo de luz que emite el Sol y la sensibilidad de nuestros ojos a las diferentes frecuencias (“colores”) de la luz tiene como resultado que, en general, veamos el Sol como un disco de color blanco. ¡Sí, blanco! Y a los niños pequeños no les gusta nada pintar con el color blanco (¿será por eso que pintan las nubes de color azul?). Aún nos queda un elemento importante que no hemos tenido en cuenta. Tenemos la luz que emite el Sol. Tenemos la luz que llega a nuestros ojos. Pero deberíamos preguntarnos si la luz de nuestra estrella sufre algún cambio significativo en su viaje desde el Sol hasta nuestros ojos. La primera parte de su viaje se realiza por el espacio interplanetario, que está casi vacío. Después, la luz penetra en la atmósfera terrestre, donde es dispersada. Si la luz entra muy perpendicularmente en la atmósfera de la Tierra se dispersa relativamente poco. Pero si la luz entra en la atmósfera tangencialmente, como ocurre en los amaneceres y en los atardeceres, entonces se dispersa bastante más. Esta dispersión provoca que algunas frecuencias se vean favorecidas respecto a otras. Por ello, vemos el sol de colores amarillo, anaranjado o, incluso, rojo en los atardeceres y amaneceres (dependiendo del estado de la atmósfera). Supongo que la idea, errónea, de que el color del Sol es amarillo proviene del hecho de que solemos mirar el Sol en los atardeceres y amaneceres. Y entonces lo percibimos amarillento. Nadie mira al Sol cuando está alto en el cielo (cerca del medio día) entre otras cosas porque su luz nos ciega. Pero, si alguien pudiese ver el Sol sin cegarse, lo vería de color BLANCO.

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